Ingredientes para 4 personas:
- 400 gramos de arroz bomba.
- 300 gramos de setas (en este caso de cardo y senderillas).
- Un vaso de vino blanco.
- Una cebolla.
- 2 dientes de ajo.
- 900 litro de caldo de pollo aproximadamente (lo que admita el arroz)
- 60 gramos de queso rallado.
- Una pizca de tomillo (opcional)
- Una pizca de perejil picado.
- Una pizca de pimienta molida.
- Sal.
- Aceite para freír
- Una cucharada de mantequilla.
Manos a la obra:
Primero lavamos el arroz, para que desprenda el almidón y quede más suelto. Lo dejamos escurriendo.
Cortamos la cebolla y los dientes de ajo en trozos muy menudos y los ponemos a freír en una sartén con aceite de oliva, unos minutos, a fuego medio hasta que cojan un color dorado.
Es ahora cuando añadimos las setas cortadas a trocitos, que previamente habremos limpiado (dicen que no hay que mojarlas, que basta con pasarles un paño húmedo, pero yo las lavo bien con agua porque suelen tener mucha tierra) y se salpimenta al gusto. Se dejan unos 5 minutos.
Cuando consideremos que las setas ya están listas se echa el arroz, removiendo todo el rato.
Entonces añadimos el vino blanco, removiendo el arroz continuamente hasta que se absorva el líquido. Ponemos la pizca de tomillo si nos gusta y ahora bajamos un poco el fuego y vamos echando poco a poco el caldo de pollo MUY caliente, de la siguiente manera: sin parar de remover, vamos añadiendo caldo y cuando ese caldo ha sido absorvido es cuando volvemos a añadir más caldo.
El arroz estará listo en unos 15 o 20 minutos. Id probando el arroz y cuando esté un poquito más duro de lo que os gustaría dejad de añadir caldo. En ese punto, sin quitarlo del fuego, añadís el queso rallado, el perejil picado y la cucharada de mantequilla. Se vuelve a remover para que quede todo mezclado y ya está listo para servir.